Perú: El factor alfíl

Por: Gery Vereau

Pregunté a Carlos Tello, representante del partido aprista en los Estados Unidos: Se teme que los militantes apristas copen el estado si gana Alan Garcia las elecciones presidenciales. ¿Se permitira eso? o ¿se despedira empleados del estado peruano? No muy contento con la pregunta, formulada el martes cuando los comités de Lourdes Flores, en Nueva York y Nueva Jersey, endosaban sus votos, y sus personeros, al Apra, respondió que ni lo uno ni lo otro: se llamará a profesionales peruanos capaces.

Planes aparte, cualquier convicción democratica, debe rechazar el que Alan García (PAP), al igual que Antaro Humala (UPP), ofrezcan “si no funciona” disolver el parlamento elegido en la primera vuelta electoral, pues con las mismas reglas de juego será electo el próximo presidente del Perú; porque malos o buenos son los representantes que el pueblo ha elegido. Nadie debe irogarse el derecho a someter un poder del estado.

Contra cualquier pronóstico, la intención de voto a favor de Alan García no considera el análisis del gobierno de Alan García entre 1980 y 1985, pésimo según los indicadores económicos y en opinion de sus adversarios, sino que ha optado por establecer un voto preventivo: busca impedir el ascenso al poder de un militar como Humala, con planes estatistas, de ideología autoritaria, que no ha cumplido ningún entrenamiento democrático, como por ejemplo, el General Paco Moncayo, ex-jefe de lasFuerzas Armadas de Ecuador hoy convertido en alcalde de Quito.

Finalmente el factor alfil. El Perú en su pasado imperial incaico, durante el virreinato español y en algunos momentos de la república tuvo un rol central en Latinoamérica. Hoy, en parte por su ubicación privilegiada en la Cuenca del Pacífico, que es la zona donde circula ya la mayor parte del comercio mundial, por su contacto fronterizo con la mayoría de países de Sudamérica y por la dimension de su territorio es el alfíl que quiere ganar el dúo Chávez-Castro para proseguir en su estratégia de extender su modelo autoritario al tablero de ajedrez que es hoy Latinoamérica. En esa perspectiva el voto por Alan García pondrá en jaque al dúo y, tal vez, podría a equilibrar, en latinoamerica, el afán expansionista del Brasíl.