Friday, May 30, 2014
Saturday, September 08, 2012
Medrano:.Una mirada al Perú de arriba y de abajo
Oscar Medrano, en el Instituto Cervantes de Nueva York. |
Friday, December 25, 2009
Infelicidad neoyorquina, felicidad neoyorquina
Wednesday, May 27, 2009
Times Square, entre la timidez y los automotores
Por: Gery Vereau
Una lluvia intermitente no pudo desalojar, el martes último, a los neoyorquinos que disfrutaban, en sillas multicolores desplegadas en medio de la calle para que se sienten a disfrutar el día y la vista, de esa especie de territorio liberado que la ciudad de Nueva York ha abierto para los neoyorquinos en Times Square.
Un guarda de Times Square Alliance nos explica que el experimento -algo tímido en nuestra opinión- despeja de vehículos la avenida Broadway a lo largo de la 32 y la 57 calles y deja las calles transversales para que los automotores, taxis en su mayoría, se comuniquen con las avenidas de Manhattan.
Times Square, como todos sabemos, se alimenta de dos avenidas: la Broadway, que ha sido parcialmente cerrada, y la Séptima avenida, que la iniciativa municipal deja libre para los vehículos que las transitan.
Mientras nos dan una breve explicación, un mar humano de todas las razas distrae la vista de los escaparates, tiendas y grandes paneles y luminosos paneles de anuncios de Times Square para observar a aquellos ciudadanos que, desafiando la lluvia con sus paraguas, están sentados disfrutando del ver y ser vistos en la famosa vía.
Es que todo aquel que camina por Times Square esta preparado para ver una novedad, una extravagancia, un nuevo atractivo.
Pero es más que ello. Finalmente comienza a cobrar sentido el gran empeño de los urbanistas, aquellos que creen que la ciudad debe ser organizada para el disfrute de sus habitantes y entregarles a ellos cada vez mas espacio en sus calles y menos a sus vehículos.
Lo que no quiere decir que Nueva York se regatea a sus habitantes, nada de eso. Un solo ejemplo, a la misma hora, a pocas cuadras de allí, en el parque Bryant, un grupo de jóvenes concertistas de Youth Band for United Nations, pese a la lluvia, interpretaban una suite de antiguas danzas americanas bajo la batuta de John Yoons.
Solo que Nueva York, como toda gran ciudad, vive a ritmo acelerado y las maquinas automotrices forman parte de ello.
Una critica monumental al ritmo de las ciudades, y a Nueva York en particular, que someten a sus ciudadanos al movimiento acelerado de la vida moderna fue la instalación artística que dieron en llamar The Gates (Las Puertas) y que se instalo en febrero del 2005 en el Parque Central de Nueva York.
The Gates, ¿lo recuerdan?, con sus metafóricas puertas naranjas desplegadas en pasajes y senderos del Parque Central para que los neoyorquinos al circular a través de sus puertas disfruten del caminar y la tranquilidad como en las ciudades de antes, parece ser el referente inmediato para lo que hoy se hace en Times Square.
Se diría que el arte es una premonición a futuro, una forma de crítica social y que toda critica es la materia prima del progreso y del desarrollo.
Yo quisiera mantener los pies en lo inmediato. La iniciativa es sumamente positiva y no solo debería durar los seis meses programados sino que debería ampliarse a la Séptima avenida y, algún día, extenderse a la mismísima Quinta avenida, porque de esa manera los neoyorquinos, y los nuevos neoyorquinos que vendrán, disfrutaran mucho mejor de la ciudad moderna por antonomasia.
Las ciudades se hicieron para los ciudadanos no para los automóviles.
Wednesday, January 07, 2009
!Welcome To The Empire State!
Thursday, December 04, 2008
Del Español a las Urnas
No debería ya llamar la atención que Bill Richardson se dirigiera a la nación en inglés y en español, en Chicago, una vez propuesto como Secretario de Comercio por el presidente electo Barack Obama. Es una práctica que se está haciendo común en los Estados Unidos de Norteamérica.
Pocas horas más tarde los mismo hacían, en español e inglés, al otro extremo de los Estados Unidos, en la ciudad de Passaic, cuando el senador por Nueva Jersey, el cubano-americano Robert ¨Bob¨ Menendez, juramentaba a Alex Blanco, el primer dominicano electo cómo alcalde en la ciudad de Passaic. (ver la foto adjunta)
Por la misma razón el alcalde de Nueva York, Michel Bloomberg, ha decidido tomar clases particulares de español, desde hace un buen tiempo.
Pero ya los periódicos han gastado mucha tinta hablando de la fuerza del español en estas tierras. ¿En realidad el español avanza?, ¿No será que todo nada más que nueces haciendo ruído? ¿No será que són sólo eso:palabras que se pronuncian al viento?
Quien mejor ha hablado del asunto, a calzon quitado, es Eduardo Lago, director del Instituto Cervantes de Nueva York, en una columna que lleva el sugestivo título de ¨Seis tesis sobre el español en Estados Unidos¨ ( 28/11/ 2008. El País, España).
Lago no se queda corto. El español es una lengua materna a la vez que lengua extranjera. Desde 1848, cuando se firma el tratado Guadalupe-Hidalgo, millones de hispanohablantes se convierten en americanos.
También es un país bilingue y bicultural, como consecuencia de la reciente dispersión de la población latinoamericana por todo el territorio americano, fenómeno nuevo en la última década.
Luego sostiene que la confluencia simultánea de distintas comunidades latinoamericanas, que no renuncían a su identidad, da lugar a un nuevo hecho: descubrirse latinos en Estados Unidos (paradojas de la historia, el sueño de la identidad latinoamericana abrazado por Bolivar camina a hacerce realidad, a nivel cultural, en la América norteña)
En algún momento del siglo XXI Estados Unidos, será el país con mayor número de hispanohablantes, de acuerdo a las proyecciones demográficas, -y aquí viene la audacía de la visión de Eduardo Lago- y se producirá un desplazamiento del centro de gravedad no sólo del idioma español sino que será escenario de una cultura de signo pan hispánico y se afianzará como productor de cultura latina, con la singularidad que lo hará en inglés y español.
También observa que existe en los latinos con acceso a educación superior, sin desmedro del uso del inglés, un movimiento para preservar el uso del español y en consecuencia un orgullo de sus raíces latinas, claro indicio del español como territorio de afirmación y resistencia.
Y, finalmente, habla de la cristalización de un nuevo tipo de español,una nueva variedad linguistica del idioma, aunque se queda corto en la medida de éste porque escapa del español chicano del que habla Octavio Paz o del spanglish y pone como ejemplo y no modelo al español de CNN (la linguísta Martha Hildebrandt pergeñó un diccionario de un español ¨neutral¨ para el entendimiento general)
Pero también hay que señalar, digo yo, un hecho nuevo, manifestado cristalinamente en las elecciones últimas que eligieron al presidente Barack Obama: la irupción de la fuerza electoral latina en el escenario político norteamericano.
Para los más entusiastas es un volcán para otros, los minimizadores, apenas es un geiser que se apagará pronto. Para todos será, que duda cabe ya, una luz que se ha prendido y que ya no se apagará, sople como sople el viento.
Si bien es cierto que aún la gran mayoría latina no vota en las elecciones municipales, como si sucede en ciertas partes de Europa que los residentes no naturalizados participan con su voto eligiendo al vecino que gobernará su ciudad y sus ilusiones, no es menos cierto que su masiva presencia en las urnas, el 6 de noviembre último, le ha dado carta de ciudadanía política al español y su usuario: el latino.
Esto se manifiesta en la elección de Bill Richardson cómo Secretario de Comercio, más ¿acaso el actual Secretario de Comercio, Carlos M.Gutierrez, no habla español y es cubano de nacimiento?
La circunstancia es distinta. Obama quiere que las diversidades que conviven en Estados Unidos, él mismo es signo y señal de esa diversidad, se manifiesten en el gabinete y en el accionar de su administración. La mujer, el latino y el afroamericano -ya hablé de eso en una columna anterior- son manifestación de esa condición.
Y que Bill Richardson no tenga ninguna ligazón manifiesta con la maquinaria demócrata o con el stablihsment de Washington hace de él, muy por encima de su endoso decidido a la postulación del entonces candidato Barack Obama, un representante latino en el gabinete, que podrá, sopesando las circunstancias y el momento adecuado, empujar políticas favorables para la mayoría silenciosa de latinos que esperan por su lugar en la sociedad norteamericana. Cosa que, hay que decirlo sin miedo, también procuró, en su momento, Carlos Gutierrez.
La conclusión podria ser que, en efecto, hay avance del español y que es más lento lo que se llama en spanglish el ¨empoderamiento¨ de la comunidad latina.
Aún no hay suficientes jueces latinos, tampoco suficientes oficiales electos a nivel ciudad, el número de senadores estatales es bajo en comparación a la demografía latina al igual que congresistas faltan y apenas hay tres senadores latinos en el Capitolio.
Aún así, las cosas ya empezaron a cambiar.
Friday, November 21, 2008
Vargas Llosa y los libros malditos
Soy peruano, pero debo a Nueva York las pocas oportunidades que tuve de ver en persona a Mario Vargas LLosa. La mayoria de las veces en su ropaje literario -aún no sé si es posible hacer la disección- y muy pocas veces en su ropaje político.
Casi todos los artistas o escritores suelen decir que les gusta Nueva York porque aquí, a diferencia de sus países, disfrutan del tibio ropaje del anonimato. Con Mario Vargas LLosa es distinto, al menos en el mundo latino de Nueva York, porque voluntaria o involuntariamente la figura de ese señor elegante, alto, siempre de traje, que te mira fijamente cuando habla contigo o te firma un libro, es reconocido por latinos de todos los pelajes: sus admiradores y sus adversarios que lo leen y niegan que lo hacen pero que, como se dice en peruano, rajan de él en público.
La primera vez que lo vi, fue en el Centro de Graduados de la Universidad de Nueva York, donde presentaba su magnífica novela La Fiesta del Chivo. Me acerqué con una edición peruana, de aquellas ediciones rústicas que se lanzaron con un sello, a menor precio, para sacarle la vuelta a la piratería, y estampó su firma sin miramientos en el pobre libro que llevaba sobre sí los rigores de lecturas en trenes, buses, desayunos derramados y anotaciones inescrupulosas en su cuerpo. Meses más tarde me dí cuenta que pesaba una maldición sobre los libros de MVLL que llegaban a mis manos.
La segunda vez que lo ví fue una sorpresa. Presentaban La Fiesta del Chivo, en la adaptación teatral del colombiano Jorge Alí Triana en el teatro Repertorio español y, sin previo aviso, se presentó Vargas LLosa junto al director colombiano. En sus palabras, cuando refirió que en la época de Trujillo en República Dominicana habían madres que entregaban a su hijas como una ofrenda para que las hagan mujeres, descubrí que habían realidades que resultan difíciles, pero no imposible como lo demuestra la novela, de llevar a las ficciones. Pero nada de eso me anunciaba la maldición.
La tercera vez que lo ví fue en America´s Society, en Manhattan también, donde recibía una proclama de la institución. Yo cubría el evento para un periódico local. Texto y foto fue la comisión que recibí. Al salir Vargas LLosa en compañía de su esposa Patricia y el entonces representante de España ante las Naciones Unidas y su esposa, se abrió la puerta y una fuerte ráfaga de viento misterioso agitó las cabellera, las gabardinas, los trajes y abrigos de todos ellos. Disparé el obturador y ...click perennicé una imágen con una aura de ciudad gótica. No quise ver en ello ningún designio fatal.
La cuarta vez que lo ví me firmó su novela ¨El Paraiso en la otra esquina¨en la que relata la vida extraordinaria de la feminista Flora Tristán y el aprendizaje artístico y la vida de un ex-corredor de bolsa ganado para el arte: Paul Gauguin, conocido como ¨El peruano salvaje¨, sobrino de Flora.
Lo que pasó es que el libro, que tenía la firma de MVLL y muchas anotaciones que hacían un mapa de las emociones, sorpresas y citas o diálogos que me habían impresionado y que solía releer, lo presté a una amiga y, cuando la amistad amenguó resulta que el libro no me fue devuelto.
Desde ese libro me comenzé a dar cuenta que una maldición -sólo a mí me tocó por lo visto- pesaba sobre los libros de MVLL que llegaban a mis manos.
Eso lo comprobé ya, cuando compré la novela del amor masoquista que es ¨Travesuras de una niña mala¨ que, como ustedes saben, trata del amor imposible de Ricardo con una limeña avispada que se involucra con personajes de mucho mundo y dinero que la hacen vivir, sufrir también, la vida opulenta (y falsa) que ella creía que se merecía, mientras su amor peruano sufre por ella y le sirve de refugio entre aventura y aventura. El New York Times comparó ésta novela con Madame Bovary, de Gustave Flaubert. Llevado por mi entusiasmo presté el libro a una amiga que vivia una experiencia de amor masoquista, no del que pegan, sino del que ama a pesar de los desprecios, desplantes y cuernos varios, para ver si así se redimía. Ella sencillamente no me lo devolvió y perdí el libro y su amistad. Nunca más me respondió el teléfono
Debo decir que ese dicho que sostiene que ¨prestar un libro es una necedad pero mas necio es el que lo devuelve que el que lo presta¨ no venía al caso porque todos los libros que había prestado siempre me habían sido devueltos.
Rememorando el caso, lo mismo me pasó con la Fiesta del Chivo, que lo presté y me lo devolvieron por correo, más nunca llegó a mis manos. Que consté -y lo constaté- que me lo enviaron por correo certificado y para mayor certeza me enseñaron la constancia del envío.
No he contado que otro libro de MVLL que traje de Perú fue¨La Guerra del Fin del Mundo¨, acerca de la rebelión de los Canudos cuyo líder es célebre porque propone abolir la Ley de la Gravedad por decreto en el Brasil, y junto con él vino una edición faccimilar de las obras completas de César Vallejo, éste libro, obviamente más caro y con empaste de lujo, lo presté y si me lo devolvieron.
Una amiga me pidó prestado ¨La Guerra...¨ y al cabo del tiempo me juraba y rejuraba que me lo había entregado con un amigo que dijo que iba de parte mía, me dió el nombre incluso (pero el ya había muerto en el Perú) hora y fecha. Me ofreció pagarlo -como caballero no acepté- pero estaba segurísima que el difunto se había aparecido a pedirle el libro.
Recuerdo también que me enviaron del Perú, en edición pirata, el libro de MVLL sobre Victor Hugo: La Tentación de lo Imposible. Un viernes del año 2005, año en que se publicó, tomé un bus de Nueva York para Paterson, en la bolsa cargaba ese libro más ¨Memorias de mis Putas Tristes¨ de Gabriel García Márquez. Me puse a leer el primero para aprovechar los 35 ó 40 minutos del viaje y una viejecita inocente, creo que su hija era lectora de MVLL, me lo pidió prestado solamente para anotar el nombre. En eso el vehículo -era un bus hispano no del NJ Transit por eso se toman ciertas libertades- nos dice que tenemos que pasar a otro bus porque tenía insuficientes pasajeros y no le salía a cuenta viajar así . ¿ Y que creen? la viejecita se quedó dentro seguramente para retornar adonde partió. Cuando reaccioné ya era tarde, se había ido.. con mi libro.
No les cuento porqué la novela ¨Conversación en la Catedral¨ la tuve que comprar por segunda vez. Pero de ahora en adelante he jurado no prestar jamás ningún libro de Mario Vargas LLosa a nadie, salvo claro que mis hijas me lo pidan.