Sunday, August 10, 2008

Sida: hay que romper el cordón

Bajamos del tren 6, en El Bronx, el condado con la tasa más alta de Sida en Nueva York, y nos dirigimos al segundo piso del 953 Southern Boulevard; aquí arriba un grupo de personas, hombres y mujeres, latinos seropositivos del programa Luces (Latinos Unidos Contra el SIda) están planeando la estrategia diaria a seguir para ayudar a que nadie más contraiga Sida.

No es para menos 250,000 residentes del El Bronx son potencialmente portadores del Sida, según Luis Ricardo Rodríguez director de Luces (de la agencia Bronx AIDs Services). La misión de sus 12 educadores comunitarios es ir a bares, restaurantes, billares, lavanderías y salones de belleza para repartir condones gratis de la ciudad de Nueva York e información de cómo tener sexo seguro.

La comunidad hispana es afectada de manera desproporcinada por el Sida, en la nación y representa, al censo del 2005, el 14.46 % de la población pero los casos diagnosticados en los Estados Unidos representaban el 18% del total, una cifra demasiado alta, según el Morbity and Mortality Weekly Report del 12 de octubre del 2007, del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de (CDC, por sus siglas en inglés)

En Nueva York, considerado cómo el paraiso para la gays latinoamericanos - son los primeros infectados- donde pueden vivir plenamente su sexualidad lejos del estigma moral de sus países, las cifras son aún peores, representan el 22% de los casos diagnosticados. Uno de cada cuatro neoyorquinos con sida es latino, según el último reporte, de octubre del 2006, del Departamento de Salud de la ciudad de Nueva York.

No se sabe más porque las cifras andan retrasadas dos años, pero en Latino Community AIDs dicen que, recién el 3 de agosto (esta edición se cerró el miércoles 30 de julio) el CDC revelará cifras más actualizadas. Dicen que por primera vez se incluirá en la cuenta a Puerto Rico (pero no a California, donde vive una gran comunidad latina)

Pero ¿porqué el mayor número de personas seropositivas son inmigrantes latinos de primera generación?
Para Luis Rodríguez, de Luces, la causa fundamental reside en que los latinos a diferencia de los anglosajones hablamos muy poco de sexo en el hogar.
¨En parte yo creo que tiene que ver mucho con nuestra cultura, que es conservadora, católica, donde tenemos mucho miedo de discutir abiertamente nuestra sexualidad y por lo tanto hacemos las cosas en privado, a escondidas. Eso lleva a que las personas que estén prácticando de manera incorrecta su sexualidad terminen en conductas de riesgo¨, dijo Rodríguez.

Si nuestra tradición católica tuviera parte de culpa, el padre Juan Flynn, de la Iglesia “St. Martin of Tours”, ubicada en Grote Street, en El Bronx, no parece estar enterado.

Flynn, dice en español, que en la Arquidiócesis de Nueva York, si se habla de esto. ¨Nosotros tenemos, en todas las parroquías de Nueva York un programa llamado Pricana en el que preparamos a las parejas que se van a casar, les hablamos del HIV, de las emfermedades de trasmisión sexual, de cómo tener una sexualidad sana. Nosotros hacemos lo que podemos,¨

De cualquier modo la comunidad latina tiene que que romper con el cordón que la ata a viejos tabués como el que dice que el sexo es menos placentero con condón, o que no se puede hablar de sexo con las hijas e hijos, y en suma aprender a llevar el condón consigo como si del llavero de la casa se trate.

Pero, pese a todos los esfuerzos, y las ayudas que existen para pagar medicinas, alimentos o la renta de personas seroposiitivas, la batalla contra el Sida se está perdiendo. Según Guillermo Chacón, Vicepresidente de Latino Commision on AIDs, desde 1989 cada año aumenta en número los hispanos con Sida.

¨El problema básico es que no hay educación en nuestra comunidad y no estamos llegando a los medios de comunicación. Necesitamos un esfuerzo conjunto, desde el nivel federal hasta el local para prevenir que nuestra comunidad, y todas las comunidades. se sigan infectando,¨ dijo Chacón.

Además sostiene que en al actual administración hay una polítitica de ¨candil en la calle y obscuridad en la casa¨ porque se piensa donar -en un gesto que dice aplaudir- 48 billones para la lucha mundial contra el sida, a través del programa Petfar, pero sólo el 4% de esa cantidad se destina para similares fines dentro de los Estados Unidos.

Antes de empezar a escribir ese artículo saqué de mi maletin un grupo de condones que me regalaron en Luces y se los entregué a una amiga. Le dije: Si tu pareja no lleva condones llevalos tú. ¿No los estarán regalando porque están pasados?, me preguntó. No, le respondo, tampoco creo que tengan huecos.

En los testimonios que siguen se demuestra que no hay lugar para tomarlo a broma. Se juega con la vida.

Julia (Dominicana)
Tengo en Estados Unidos desde enero de 1990.Yo llegué en ¨Yola¨, a Puerto Rico de allí vine para aquí. me di cuenta que tenía algo porque me sentía muy mal, decaída. me diagnosticaron cómo seropositivo en 1988, en Santo Domingo. Yo me dije tengo seis niños y no puedo morir. MI esposo sabe que soy seropisitivo y quiero decirles esto a las mujeres latinas: negoceen con sus esposos el uso del condón, porque el hombre, no sé bien porqué es más promiscuo y no quiere dejar pasar ninguna oportunidad. Algunos hombres me contaron que tienen relaciones con condón la primera semana pero después de la primera semana ya no lo usan. Mireme a mí, yo parezco saludable pero tengo sida. ¿usted cree que en una o dos semanas se puede conocer a una persona?

Lazaro Toro (La Habana, Cuba)
Vivo hace tres años en Nueva York, viví 20 en Miami. En el año 2000, en La Florida, me enteré que era seropositivo y fue algo too much. Comencé a adelgazar a sufrir y, encima de ello, me enteré que la pareja con la que vivía era seropopsitivo. Vivi momentos de mucha depresión.Mucha discriminación por parte de mi familia. Fueron momentos muy duros. desafortunadamente, como producto de ello, caí en el alcohol, la cocaína. Sentí un deseo de venganza no contra el mundo pero si conmigo mismo. Fueron años terribles gracias a que salí de Miami para Nueva York mi vida dió, guau, un cambio espectacular.Gracias a los beneficios de los programas de Nueva York pude volver a ser casi la misma persona que era antes. Recomiendo que no usen drogas o alcohol en exceso porque nose piensa lo que se hace y, si estas consciente de que has estado con un seropositivo tienes una opción de 72 horas para ir al hospital y hacerse un chequeo médico.

Raúl Aparicio (México)
En 1997 descubrí, en Nueva York, que era seropositivo. Yo ya llevaba viviendo seis años en éste país. Lo contraje sexualmente, no uso drogas ni me hice tranfusión de sangre. No me protegí. No tenía una pareja estable. Yo no lo oculté inmediatamente comuniqué a mis amigos y familiares. Alguna gente se alejó de mí. Al respecto yo no pude hacer nada. Yo soy una persona luchadora me levanto rápido. Si me quebré, luego de cuatro o cinco días del diagnóstico, lloré una media hora, pero luego me levante y me dije !adelante! No tengo pareja, me siento bien.No tengo problema en que la gente sepa que son gay y seropositivo. Ser VIH positivo no es ningún pecado, no es ningún castigo.

Juan Lozano (México)
Temgo 36 años. Vine en 1989 a EEUU. Yo participé en la marathon de Nueva York, en el 1992, quedé en el puesto 3,0255 de un total de 60,000 corredores. Cuando me detectaron el HIV mi condición física impidió que el cáncer al cerebro que me atacó -posteriormente me operaron- me derrumbara completamente. Estuve casi dos años en un hospital. Tomo caletra en la mañana y en la noche para el Sida.

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