Friday, October 03, 2008

El Dominó de Bloomberg

Si Michael Bloomberg logra que se apruebe en el concejo municipal la polémica legislación del fin del término, por el cuál solamente pueden ser electos por dos periodos tanto el alcalde como sus concejales, se caen, momentáneamente, una sobre otra las fichas (aspiraciones) del mundo político de Nueva York.

Uno de los primeros en dar un paso atrás sería el presidente del Condado de el Bronx, el puertorriqueño Adolfo Carrión Jr., que ya había retrocedido al renunciar a postularse para alcalde de Nueva York, prefiriendo la seguridad de la posición de Contralor de la ciudad de Nueva York, cuyo titular pasaría a candidatear a la alcaldía de Nueva York. En el camino también caerían las aspiraciones de Joel Rivera Jr, concejal actual, que apuntaba a la Presidencia del Condado de la salsa.

En cambio descorcharían la champaña buena parte de los concejales que estarían impedidos de postular para un tercer término. Algunos, como el latino Hiram Monserrate, del Distrito 21 de Queens, ya habían apuntado sus cañones al senado estatal.

Bloomberg es audaz, de ello no cabe duda. Se atreve a lo que no pudo ni el propio Rudolph Giuliani, que dejó la alcadía de Nueva Yorkcon con la aureola del 9-11 que lo catapultó a niveles presidenciables al punto que fue precandidato republicano a la presidencia.

Ahora Bloomberg, cuya ubicuidad para estar en todos los temas habidos y por haber de la ciudad es memorable, agarra la garrocha y planea saltarse, figurativamente, las reglas con las que se eligió. Ellas decían sólo puede ser alcalde por dos términos y punto.

Pero, está en la esencia de la ciudad ser una máquina en contínua transformación y movimiento. Los edificios que ayer estuvieron, ahora solamente son fotografías; como lo será dentro de poco, por ejemplo, el estado de los Yankees. Las calles cambian de nombre a menudo. Las estrellas de hoy son los desconocidos de mañana. Los libros raramente se conservan. Las películas y muebles rápidamente son objetos de segunda mano.

Nueva York es una ciudad donde el pasado importa menos que el futuro. En cambio los únicos que hasta ahora han resistido el paso del tiempo son la política y los políticos. Charles Rangel es inamovible en su curul en el Congreso de los Estados Unidos. Si Patrick Moyniham no hubiera dejado su curul senatorial es probable que Hillary Clinton no hubiera sido electa Senadora por Nueva York. El Clan Rivera, en El Bronx, es una tradición sólida en el partido demócrata.

Un cambio en las reglas en el municipio de Nueva York es un paso riesgoso, aunque no lo es más que los ya tradicionales cambios de camiseta política.

El propio Bloomberg, demócrata de antaño hoy es independiente, y el Senador estatal del Bronx, Ruben Diaz, cruzó la línea sin remordimientos. Tampoco se olvide que Fernando Ferrer, endosó subliminalmente a Michael Bloomberg, en la contienda para la alcaldía que perdió el demócrata Mark Green.

Un cambio de reglas resiente el proceso político, en Latinoamérica y en ciertas partes de Europa, un movimiento de dominó de éste tipo hubiera puesto a la gentes en la calles, pero en Nueva York las cosas son lo que són y las que se pueden hacer.

Bloomberg es un alcalde hecho a la medida de una ciudad como Nueva York, no creo que, como él sugiere, su presencia sea vital para manejar los huracanes de Wall Street que azotan la ciudad eso escapa a sus manos, pero esa dedicación a tiempo completo a la ciudad que exhibe; las iniciativas que tiene en temas ambientales; en representar a la ciudad; en reconocer la herencia latina, empezando desde el idoma y, en suma ser un alcalde a la altura de la ciudad moderna por antonomasia, hace de él un alcalde para estos tiempos.

La verdad pura y madura es que aún no hay un personaje que pueda disputarle con ganas de ganar la alcaldía, salvo que Hillary Clinton postulase a la alcaldía de Nueva York o que surja un personaje que rebase a los dos. Y eso también puede ser posible en la impredecible Nueva York.

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